Cepillar a tu perro debe entrar dentro de las rutinas básicas de higiene tanto para él como para los humanos con los que convive. Cuando no cepillas a tu mascota de manera habitual dejamos que se acumule una gran cantidad de pelo muerto, algo poco beneficioso para tu amigo peludo.
Para evitarlo puedes hacer que la hora del cepillado en el momento de afianzar cada día la relación mascota-dueño, convirtiéndolo en algo agradable y divertido.
Este hábito de higiene se debe empezar cuando aún es un cachorro, así conseguirás que lo sienta como algo natural. Un cepillado regular elimina el olor del animal y evita que el suelo de tu casa se vea cubierto de pelos, sobre todo durante las épocas de muda. Cinco minutos al día pueden ser suficientes para mantener su pelo en perfecto estado, aunque siempre dependerá del tipo de pelaje que tenga nuestra mascota.
Es importante tener mucho cuidado con los instrumentos que usamos. En el mercado existen numerosos tipos de cepillos, peines o cardas que no dañan la piel del animal y evitan los arañazos. Si tienes dudas, consulta en tu centro veterinario para que te aconsejen convenientemente.
No olvides que cepillar a tu perro cada día conseguirá que tu mascota sea un perro sano y con buen aspecto.
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